jueves, 13 de septiembre de 2012

Las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar. Mas allá de la Manga


Este espacio, formado principalmente por estanques, arenales, dunas y carrizales, se extiende al noreste del mar menor, desde Lo Pagán (pedanía perteneciente a San Pedro del Pinatar) hasta las encañizadas, nombre que reciben las aguas y zonas semiencharcadas que separan la manga del Mar Menor y la Punta de Algas.


Todo este terreno está protegido, desde 1992, con la categoría de Parque Regional y desde 1998 ostenta la condición de Zona de especial protección para las aves (ZEPA).

En su interior aun funciona una explotación salinera, la Salina de Cotorrillo, que utiliza para su actividad los estanques salineros modelados en este humedal desde tiempos de los romanos y existe también alguna charca dedicada a los baños de lodos a los que se atribuyen propiedades curativas frente a ciertas afecciones reumáticas y dermatológicas.

Esta zona constituye un hábitat excepcional para la supervivencia de numerosas especies animales y vegetales y es elegido por numerosas aves migratorias como punto de descanso en sus viajes anuales entre Europa y África. Por este motivo resulta un lugar excelente para la observación de numerosas aves acuáticas como flamencos, avocetas, cigüeñuelas, garcetas y otras muchas especies de limícolas, charranes y gaviotas.

Aquí os dejo algunas fotitos de mis capturas para que los que no conozcais esta zona os hagais una ligera idea de lo que uno se puede encontrar:











viernes, 31 de agosto de 2012

Oporto


Al noroeste de Portugal, en la desembocadura del río Duero, se encuentra esta preciosa ciudad portuguesa. Digo preciosa asumiendo que esta apreciación es absolutamente personal ya que Oporto es de esas ciudades que no deja indiferente al viajero: o te gusta o no. Hay gente a la que la antigüedad, el abandono de sus edificios y el aire decadente que envuelve su casco antiguo les produce un cierto rechazo y les impide apreciar los muchos encantos que esconde.


A mi, por el contrario, ese aire trasnochado y envejecido de algunas ciudades portuguesas me atrae y, en particular en el caso de Oporto, y aun sintiendo algo de pena por el evidente deterioro de muchos de los edificios de su casco histórico, creo que aporta a la ciudad un gran encanto.

El centro histórico de esta ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y entre los edificios mas interesantes podemos citar la Catedral, la Iglesia de los Clérigos, el Palacio Episcopal y el de la Bolsa, sus numerosas iglesias y, por supuesto, sus puentes sobre el Duero.



La visita hay que tomársela con calma porque Oporto se edificó sobre una colina y recorrer sus calles obliga a sortear un gran número de cuestas. Para descansar nos podemos tomar un cafetito en el Majestic o en algún otro de sus numerosos cafés y restaurantes.


También podemos tomar un respiro en las numerosas terrazas junto al Duero o cruzar por el puente de Luiz I y tomarnos un vino de Oporto en alguna de las bodegas de Vilanova de Gaia.

jueves, 30 de agosto de 2012

Alrededores de Oporto


Aprovechando la capitalidad europea de la cultura que durante 2012 comparte Guimaraes con Maribor (Liubliana), nos acercamos a visitar esta ciudad que apenas dista 50 km. con Oporto.

Guimaraes, a pesar del gran número de municipios (freguesias) que abarca y que en su totalidad elevan su número de habitantes a algo mas de 160.000, conserva perfectamente el núcleo de su ciudad antigua. Da gusto pasear por el centro de esta ciudad, que mas parece un pueblecito parcialmente amurallado y visitar sus iglesias, palacios y otros edificios representativos perfectamente conservados.

Podemos comer (baratísimo) en cualquiera de sus numerosos restaurantes o, si hace buen tiempo, tomarnos algo en las terrazas de alguna de sus plazas.

Saliendo de la muralla podemos visitar su castillo o el Pazo de los Duques de Braganza.






Y aprovechando el viaje de vuelta, paramos a ver Aveiro.  A esta ciudad la llaman la "Venecia de Portugal" por los canales que surcan la ciudad antigua. Sinceramente y aun sin conocer la Venecia italiana, no creo que esta denominación sea del todo acertada.
No digo que no merezca la pena la visita (casi nunca lo digo porque estoy seguro que a alguien habrá encantado esta ciudad) pero creo que hay ciudades tan bonitas en Portugal que esta a mi no me ha impresionado demasiado. 
Si vamos por allí, podríamos pasear por su casco antiguo en el Barrio de "Beira Mar" o recorrerlo en algún Mouliceiro, embarcación típica de Aveiro que desde hace siglos han sido utilizadas para el transporte de algas (que se usaban como abono en los cultivos) y que en la actualidad transportan a los turistas, a modo de góndolas, por los canales de la ciudad antigua.









Ah, se me olvidaba, y ya que estamos aquí, podemos aprovechar para comer en La Praça do Peixe o lonja de pescado en cuya planta superior hay un pequeño restaurante donde por 7 euros mas la bebida podemos disfrutar un magnífico menú de pescado fresco que seguro que no os termináis (pero SOLO si llegáis pronto o habéis reservado).

miércoles, 15 de agosto de 2012

Monfragüe


Parque nacional desde el año 2007, Monfragüe conserva en su interior uno de los mejores ejemplos del bosque mediterráneo que antaño poblaba gran parte de nuestra península. Junto a este medioambiente, encontramos en este paraje, enclavado en la provincia de Cáceres, en las cercanías de la confluencia de los ríos Tajo y Tiétar, numerosos cortados rocosos, dehesas y áreas fluviales y de monte mediterráneo que conforman una diversidad de ambientes difícil de encontrar en otras zonas de España.

Gracias a ello Monfragüe cuenta con una biodiversidad envidiable y constituye un refugio inigualable para algunas especies emblemáticas de nuestra geografía como el buitre negro, el águila imperial ibérica, el alimoche, el búho real o la cigüeña negra. También podemos observar otras grandes rapaces como diversas clases de águilas y, por supuesto, las magníficas colonias de buitre leonado.




Para observarlas lo mas fácil es dirigirse a los numerosos miradores situados a lo largo del parque como el del Salto del Gitano donde podremos observar numerosas buitreras y algún nido de cigüeña negra, o los que se reparten a lo largo del cauce del Tiétar como la Tajadilla, la Báscula, la Higuerilla y, como no, la Portilla del Tiétar.


Y si nos parece poco, podemos acercarnos al embalse de Arrocampo, uno de los mejores lugares para ver aves en Extremadura, contando con numerosas especies como calamones, garzas y garcillas, aguiluchos, cormoranes, cigüeñas, zampullines...

martes, 25 de octubre de 2011

Cracovia

Después de años deseando ir a Polonia y en particular a su zona sur donde se concentran muchas de las perlas de este país, por fin este año nos animamos a ir a descubrirla en persona. Organizamos el viaje por nuestra cuenta, reservando los vuelos, el hotel y un coche de alquiler (por cierto, desde aquí les mando un 10 a los de Pol-spain).

Descartada Varsovia, dada la duración del viaje, elegimos un hotel en Cracovia desde el que movernos por la zona.

De lo que teníamos planeado visitar, muchas cosas tuvimos que dejarlas para otra ocasión (quizá lo que mas pena me dio fue perderme Wroclaw), pero en parte fue porque nos gustó tanto Cracovia que le dedicamos mas tiempo del que teníamos planeado. En fin, dicen que sarna con gusto no pica.

Por cierto, de Polonia me vengo sin pajaritos, no porque no los hubiera, que los había a montones y alguno hasta se puso a tiro, sino porque iba «de ligero» y el tele se tuvo que quedar en casa.

Voy a dedicar esta entrada a Cracovia, que como he dicho nos encantó, y otras a las excursiones que hicimos por los alrededores de esta ciudad y a los antiguos campos de concentración de Auschwitz.

El centro la ciudad es una autentica maravilla. Cracovia no fué arrasada por los alemanes en la 2ª Guerra Mundial como otras ciudades polacas y gracias a ello conserva la estructura de calles que mantenía desde el siglo XIII. Por el contrario, su muralla (de la que sólo se conserva un fragmento en la zona norte, junto a la puerta se San Froilán), ha ido dejando su lugar a unos bonitos jardines que rodean lo que entonces eran los límites de la ciudad.


El centro neurálgico de la urbe, y donde desembocaremos tras cualquiera de nuestros paseos por el casco antiguo es, sin duda alguna, la Plaza del mercado (Rynec Glowny), la mas grande de Europa y en la que destacan, de forma especial tres edificios: La imponente Basílica de Santa María, el antiguo mercado de paños y la torre del Ayuntamiento, único recuerdo que queda de este edificio ya derruido.



Cuenta con un sinfín de restaurantes, terrazas, cafes y, como no, la galería alojada en la lonja de paños que actualemente se ha convertido en un encantador mercadillo de artesanía.

Sólo con ir paseando por las callejuelas que la rodean, nos iremos encontrando una interminable colección de iglesias, palacios y edificios representativos como el Colegius Maius, segunda universidad europea y en la que estudiaron innumerables personajes ilustres, desde el mismísimo Copernico hasta el Papa Juan Pablo II.   








Y si nos decidimos a bajar un poco mas por Ulica (calle) Grodzka, quizá la principal via comercial de Cracovia, nos encontraremos a la derecha el cerro de Wawel, donde se erigen de forma imponente el Castillo y la Catedral y, un poco mas adelante, el  precioso barrio de Kazimierz en el que residían los judios de Cracovia antes de ser expulsados al gueto que se creó al otro lado del río y, posteriormente, eliminados por los nazis en diversos campos de exterminio.




En este mismo barrio podemos aprovechar para almorzar o sentarnos tranquilamente a reponer fuerzas en algunos de sus encantadores cafés (establecimeientos que por cierto, podremos encontrar en cualquier rincón de Cracovia y que en general tienen un ambiente tranquilo y muy agradable).

En cuanto a los restaurantes podemos probar en cualquiera de los innumerables que se reparten por la ciudad. Tienen una cocina bien elaborada y unos precios increiblemente baratos. Ah y no nos olvidemos de regar nuestro plato con alguna de las magníficas cervezas polacas servidas normalmente en vasos de medio litro...


Pero bueno, creo que el mejor consejo que se puede dar con respecto a Cracovia es, sin duda, que se vaya a verla en persona, no creo que nadie quede defraudado por esta preciosa ciudad y por esta encantadora gente... apenas llevo una semana en Madrid y ya la echo de menos. Me da que habrá que volver.

Auschwitz


Sólo la palabra ya nos trae algo a la mente. De hecho, todo el que viene a Polonia se hace la misma pregunta ¿voy a Auschwitz?

Desde luego, este lugar no deja indiferente a nadie. Cada uno lo siente a su manera pero a todos nos remueve algo por dentro ¿eso es malo? Yo creo que no.

Auschwitz es una de las mas lamentables páginas de nuestra historia, desde luego, pero no por no verlo va a dejar de serlo. Al contrario, creo que si todos fuéramos algo mas conscientes de lo que allí pasó, se reducirían las posibilidades de que algo así pueda llegar a repetirse.

No quiero decir con esto que todo el mundo deba pasar el mal rato, no. Auschwitz no es plato de buen gusto y a quien sus sentimientos no se lo aconsejen, mejor que no vaya. Pero también es cierto que si estudias su historia, si sabes de antemano lo que allí pasó y si te documentas sobre la dimensión de la barbarie humana en aquel lugar, al final la visita simplemente te ayuda a constatar la magnitud y la realidad de aquellos hechos y, como ya he dicho, te hace ser mas consciente (aunque todos los sepamos) de que aquello realmente sucedió, con personas reales, mucho mas allá de lo que dicen los libros.

En fin, yo os cuento mi visita por si os interesa (me he ahorrado cualquier imagen de las que considero que pudieran llegar herir la sensibilidad de algunas personas) :

La visita de Auschwitz comprende dos de los numerosos campos de concentración y exterminio que los nazis crearon en las cercanías de Cracovia: Auschwitz I y Auschwitz II – Birkenau.

Nada tiene que ver la apariencia del uno con la del otro. Auschwitz I se creó casi al principio de la ocupación polaca y originalmente fue un campo de concentración, podríamos decir «convencional». Conforme pasó el tiempo y los nazis decidieron su «solución final», se convirtió en uno más de los campos de exterminio de los nazis y hasta tuvo sus propias cámaras de gas, pero estas fueron improvisadas en edificaciones creadas originalmente para otros fines.



Auschwitz I se conserva tal y como estaba cuando lo liberaron las tropas rusas y conserva un gran número de enseres personales de los prisioneros que allí acabaron junto con fotografías, listas de nombres… todo esto te hace personalizar la historia, «meterte en la película», y empezar a sentir el campo desde la perspectiva de las personas que por allí pasaron. Por ello la visita de este campo es muy emotiva (y según para quien, puede llegar a ser mas impresionante que la de Birkenau).


Birkenau (o Auschwitz II) es otra historia. Ya desde que se entra por la puerta, al lado de por donde entraban los trenes cargados de prisioneros, uno se da cuenta de que aquello es distinto. Birkenau parece mas una auténtica factoría (de matar) y si nos fijamos en los «establos» en los que se hacinaba a los prisioneros es inevitable pensar en un auténtico matadero de ganado.



Que nadie malinterprete esta expresión. En Auschwitz no valen los eufemismos y en este lugar el ser humano perdió esa condición,  y obviamente no me refiero a aquellos que a la fuerza, fueron tratados y asesinados de una forma infinitamente mas cruel a como hoy en día son tratadas las bestias, sino a todo aquel que creó, mantuvo o en cualquier medida colaboró para que esto fuera lo que llegó a ser.


A Birkenau llegaban trenes cargados de prisioneros hacinados en bagones de ganado (en su mayoría judíos búlgaros o polacos, pero también gitanos, prisioneros de guerra, presos políticos, homosexuales,…) se seleccionaban, y los que valían para ir muriéndose poco a poco en trabajos forzados eran destinados a estos usos, los que no valían eran simplemente exterminados en las cámaras o almacenados en barracones a la espera de su triste final.


Curiosamente, en la actualidad reina en Birkenau una paz muy especial y, por contradictorio que pueda parecer, creo que la conservación de este lugar es un buen homenaje a aquellas personas y una forma de conservarlos en la memoria.