Esta fue nuestra segunda etapa en Perú. Cuzco se encuentra
en el interior del país, sobre la cordillera de los Andes, a 4000 kilómetros de
Lima y a unos 3400
metros sobre el nivel del mar.
Esta ciudad, que fue la capital de los Incas, es una parada obligada
en el camino a Machupicchu y deberíamos reservar al menos un par de días para su
visita ya que por si misma representa uno de los destinos mas atractivos de
Perú.
Cuzco es una ciudad para visitar a pie. Es verdad que tiene
mas de cuatrocientos mil habitantes pero su centro histórico, incluido el
barrio de San Blas, se concentra en un área de poco mas de un kilómetro de
diámetro que atesora un patrimonio monumental impresionante.
En Cuzco si que debemos elegir un hotel en el centro, así podremos
apreciar el encanto de la ciudad y el ambiente de su centro histórico. Esta
zona de Cuzco es un área muy segura y poder pasear por sus callejuelas incluso
bien entrada la noche no tiene precio.
Nosotros nos alojamos en el Hostal Inti Wasi junto a la
plaza de Armas y me encantó. Es un hotelito pequeño, cómodo y limpio, sin lujos
pero con el encanto de dormir en una antigua casa colonial, en medio del caco
histórico y con una atención súper amable por parte de su personal. Sin duda lo
recomiendo para todo aquel que no necesite estrellas para dormir.
A solo unos pasos estaremos en la Plaza Regocijo donde
encontraremos el Ayuntamiento y algunas preciosas casonas de la época colonial como
la de Garcilaso. Si seguimos un poco mas hacia arriba llegaremos a la Plaza de San Francisco donde
encontraremos la Iglesia
del mismo nombre y a unos pocos pasos, la casa colonial Márquez o la Iglesia de San Pedro. Desde
allí, cruzando el arco de Santa clara llegaremos a la Iglesia de Santa Clara y
junto a ella, al mercado de San Pedro.
Desandando el camino regresaremos a la Plaza de Armas y cruzándola
hacia el lado contrario, entre la
Catedral y la
Iglesia de la
Compañía encontraremos la calle del Triunfo. Siguiéndola
hacia arriba entraremos en el pintoresco barrio de San Blas en el que
callejeando encontraremos numerosas tiendas y mercadillos de artesanía, algunas
iglesias como la de Las Nazarenas o la de San Blas y, como no, el palacio de la
calle Hatun Rumiyoc en cuya fachada se conserva un lienzo completo de muralla
inca que incluye la famosa piedra de los doce ángulos.
Con eso y algún museo como el Qorikancha o el de historia
regional, creo que habremos visto lo esencial de Cuzco. Si nos sobra tiempo
podemos visitar algunos de los sitios arqueológicos de los alrededores como
Puca Pucara, Tambomachay, Q'enqo, Sacsayhuamán,...
Si queremos algún producto de artesanía de la zona, creo que
Cuzco es de los mejores sitios para comprarlos. En el barrio de San Blas hay muchísimas
tiendas. También hay algunas cerca del arco de Santa Clara y en el mercado de
San Pedro donde algunos de los puestos de comida se han reconvertido para la
venta de este tipo de productos.
En cuanto a la comida, en Cuzco hay muchísimos restaurantes
y por lo general con unos precios bastante económicos. Podemos probar el Cuy,
la alpaca, las papas,… ah y no dejéis de probar la chicha (cerveza de maíz) y
la limonada, que también la hacen muy rica.
En cuanto al tema del mal de altura, pues ya se que 3.400
metros sobre el nivel del mar no es una exageración pero es cierto que yo (como
tantos) al segundo día lo noté un poco. No es que me revolviera el cuerpo o me
diera dolor de cabeza pero si me sentía algo mareado como cuando llevas un
tiempo en un barco y bajas a tierra. En los hoteles te suelen poner infusiones
de coca para remediarlo pero yo ni con esas…
Ah, se me olvidaba, para terminar, una referencia al nombre:
Cuzco o Cusco... ambas se consideran válidas. Los Cusqueños usan mas Cusco pero
en España y otros países americanos conocemos la ciudad como Cuzco por eso yo he
usado siempre este término.
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