viernes, 28 de febrero de 2014

Machu Picchu 1. Hasta Aguas Calientes

Por fin llegamos a Machu Picchu, ese lugar que todo el que visita Perú lleva en su agenda.

Si viajas por tu cuenta como nosotros, tienes que organizar de antemano la visita para aprovechar bien el tiempo. Yo creo que lo mas razonable es coger un hotel en Aguas Calientes (o Machu Picchu pueblo) y subir a la ciudadela por la mañana temprano. Si además quieres subir a Huayna Picchu o a la montaña Machu Picchu ya no queda mas remedio que subir a primera hora por lo que se hace imprescindible hacer noche en esta localidad.


Aguas calientes está justo debajo de Machu Picchu, en el fondo del Valle y desde aquí se cogen los microbuses que suben a la ciudadela (a no ser que seamos unos valientes y decidamos subir andando).

Existen muchas formas de llegar hasta Aguas Calientes. Sobre este tema hay muchísima información en Internet e incluso pueden adquirirse de antemano los billetes de tren si optamos por este medio. Nosotros fuimos en tren desde Ollantaytambo pero ya digo que existen muchas combinaciones en función de nuestras preferencias o de lo queramos visitar de camino.
El tren a Aguas Calientes no es barato pero, sin duda, es la forma mas cómoda y rápida de cubrir el último tramo del camino. Son trenes con vistas panorámicas que nos permiten apreciar el paisaje conforme nos vamos adentrando en la garganta del río Vilcanota.

Aguas Calientes no es una localidad al uso, es un pueblo hecho de la nada en medio de la selva peruana para alojar a los turistas que visitan Machu Picchu. Su población, mayoritariamente indígena, ha hecho del turismo su forma de vida y su amabilidad hará que nos sintamos como en nuestra casa.


Aguas Calientes tampoco es un pueblo bonito pero el entorno en el que se encuentra es realmente espectacular. Los protagonistas de este lugar son la selva, las montañas y, especialmente si viajas en época de lluvias como nosotros, el río. El río Vilcanota a su paso por Aguas Calientes tiene una anchura de unos 50 metros y en febrero tiene un caudal impresionante. Parece imposible que un río así este corriendo día tras día sin que se acabe el agua de las montañas pero así son las cosas en América, a lo grande.


El cuarto protagonista de Aguas Calientes es el tren. Como os comenté, hasta Aguas Calientes a duras penas se puede llegar por carretera y el tren cobra una gran importancia. Toda la localidad está construida en torno al tren, a sus vías y a su estación. El tren es sin duda el nexo de unión de este recóndito lugar con el resto del mundo.


Bueno, vamos a dejarlo que mañana toca madrugar y subir a Machu Picchu.

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