domingo, 8 de mayo de 2011

Valencia de Alcántara. Con un pie en España y otro en Portugal



Valencia de Alcántara y sus alrededores brindan a quien se anime a visitarlos un sinfín de posibilidades. Podremos admirar sus pueblos y monumentos, su fantástico conjunto megalítico o simplemente pasear por un bellísimo entorno natural.

Valencia se encuentra, en el extremo sur-occidental de la provincia de Cáceres, entre las últimas estribaciones de la sierra de San Pedro (Zona de Especial Protección de Aves y Zona de Especial Conservación) y las primeras de la portuguesa Sierra de São Mamede (Parque Natural).‎ Para llegar hasta allí deberemos recorrer, casi hasta su final, la carretera nacional N-521 que nos conduce desde Cáceres a la frontera con Portugal.


Esta localidad, que debe a su apellido a su reconquista por la orden de Alcántara en el Siglo XIII, posee diversos monumentos dignos de ser visitados como su castillo, su Iglesia de Rocamador, del Siglo XV, testigo en 1497 de la boda de Don Manuel el Afortunado, Rey de Portugal, y Doña Isabel, hija de los Reyes Católicos, o el magnífico barrio gótico judío, declarado conjunto histórico artístico y que representa una de las mayores juderías de la provincia de Cáceres.

Pertenecen también al Ayuntamiento de Valencia de Alcántara numerosas pedanías  diseminadas por la zona que encontraremos camino de Portugal y que es conocida como la campiña. En esta zona, además de la tranquilidad de sus aldeas y de la belleza de supaisaje, podremos disfrutar de un magnífico conjunto megalítico formado por varias decenas de dólmenes de mas de cuatro mil años de antigüedad.


Debemos también reservar algo de tiempo en nuestra visita para conocer algunos  pueblos cercanos de nuestro vecino Portugal. Sería imperdonable abandonar esta zona sin haber subido a callejear por el laberinto de casas encaladas de la ciudad-castillo de Marvão o sin visitar la judería, el castillo y la ciudad medieval de Castelo de Vide.


Si a estos atractivos unimos unas posibilidades gastronómicas excepcionales, que nos permitirán disfrutar de manjares como los excelentes embutidos de cerdo ibérico y quesos de cabra y oveja, suculentos dulces y sabrosos guisos como la prueba de cerdo ibérico, el frite de cordero o cabrito, la chanfaina (guiso de vísceras y sangre de cordero o cabrito con patata y huevo), las migas, las mondongas solas o con tomatada…, os aseguro que no os arrepentiréis de la visita.

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